No es difícil tener ideas. Como decía Paulin » Tener ideas en la ducha es fácil, lo difícil es llevarlas a cabo cuando sales».
El verdadero reto es convertir ideas en proyectos.
Una buena forma de comenzar es la que propone Ken Robinson en su libro «El elemento» en el que habla de la creatividad. Como digo propone encontrar los puntos de conexión entre lo que nos apasiona, podríamos estar haciendo durante horas sin que nos pesara y lo que se nos da bien. Si encontramos punto de conexión entre la lista de las cosas que amamos y la lista de cosas que sabemos hacer habremos encontrado «El elemento». Con estas dos variables podríamos encaminar nuestra vida, pero si queremos convertir una pasión en profesión debemos encontrar otra conexión, preguntándonos: ¿Lo que hacemos interesa a alguien?
Si al final de este análisis interior hemos descubierto el elemento y este podría interesar a la comunidad, será fácil que tenga éxito y podamos monetizarlo.
Una vez tengamos la idea y nuestro objetivo podemos empezar a darle forma, podemos convertir ideas en proyectos.
Para hacerlo debemos seguir un proceso que nos ayudará a dar forma a nuestra idea:
1.- Plantear un problema.
Todo servicio, producto o idea debe dar respuesta a necesidades que tienen las personas. Una empresa debe procurar un valor a la sociedad. Identificando necesidades que no están siendo satisfechas podemos defender nuestra idea, ya que si existe la necesidad que satisface nuestra idea, esta tendrá éxito. Veamos lo con un ejemplo práctico.
Como puedes observar en la diapositiva planteo dos problemas que a los que se están dando solución pero no de la mejor forma posible. La recogida de gatos se ha convertido un gasto considerable para los Ayuntamientos y las plagas de roedores destruyen y contaminan empresas y hogares.
De esta forma hacemos pensar a la audiencia, empatizamos con ella y estamos haciendolos partícipes de los problemas. No decimos que vamos a solucionar un problema, tan solo lo planteamos y demostramos con datos y referencias a las fuentes.
2.- Proponemos la solución.
Si cambiamos la perspectiva podemos convertir problemas en oportunidades. Hemos roto el ecosistema natural, si colocamos a los gatos en el lugar adecuado es posible que ese equilibrio se reestablezca.
Tenemos que presentar nuestro servicio o producto como un beneficio para el cliente potencial.
Primero las características.
Los Gatos de acogida ofrece mascotas en acogida a los amantes de los animales y elimina las plagas sin dañar el medio ambiente y reestableciendo el equilibrio del ecosistema.
Segundo las ventajas de forma genérica. Recogemos los gatos abandonados que suponen un coste para los ayuntamientos. Ofrecemos mascotas de forma temporal a amantes de los animales. Eliminamos plagas de roedores.
Tercero los beneficios que aporta a cada cliente. A los amantes de las mascotas ofrecemos gatos, sin ataduras.
A los ayuntamientos les recogemos los gatos quitando el problema, sin tener que eliminarlo.
A las empresa u hogares con problemas de plagas, eliminamos a los roedores de forma natural y sin venenos y pesticidas.
3.- Situamos nuestro proyecto en un entorno competitivo.
Identificamos a la competencia que da solución al problema con otro tipo de servicio y nos diferenciamos de ellos aportando mayor valor, satisfaciendo mejor la necesidad y resolviendo el problema de forma diferente.
Hay empresas que recogen gatos pero son caras y eliminan a los gatos pasado un tiempo.
Hay asociaciones de acogida de mascotas que buscan hogar a los gatos, pero no ofrecen mascotas sin compromiso. Si adoptas una mascota te la quedas para siempre y si la adoptas te la quitan cuando encuentre adopción. Nosotros entregamos la mascota temporalmente o de forma indefinida y le damos utilidad. Los gatos son depredadores que ayudan a devolver el equilibrio natural.
Hay empresas de extinción de plagas que utilizan venenos y pesticidas, destruyendo todo lo que esté a su paso y contaminando el medio, la tierra y el agua.
4.- Presentamos el modelo de negocio.
Cuando nos hayamos diferenciado de la competencia y hayamos ofrecido valor a un target determinado, debemos buscar el modelo de negocio que convierta nuestra idea en proyecto.
En esta fase debemos buscar la forma de darnos a conocer y procurar que nos contraten Ayuntamientos, que acojan a nuestros gatos y que nos llamen para eliminar a los ratones.
Explorando y Desarrollando Ideas de Proyectos Innovadoras
En un mundo saturado de iniciativas y emprendimientos, el arte de conceptualizar ideas de proyectos únicas se ha convertido en una competencia indispensable para creativos y empresarios. Generar una innovación o mejora que destaque entre la multitud exige no solo creatividad, sino también un enfoque metódico hacia la innovación y el desarrollo de proyectos.
Hay varias formas de alimentar tu cerebro con ideas frescas. Una estrategia es realizar brainstorming grupal, que puede abrir puertas a perspectivas diversas y enriquecedoras. Otro método efectivo es la observación atenta de las tendencias actuales y las necesidades no atendidas del mercado. Esto puede proporcionarte una comprensión más profunda de hacia dónde dirigir tus esfuerzos creativos.
Cuando se trata de ideas de proyectos, también es crucial tener una mente abierta y estar dispuesto a adaptarse. Muchas ideas geniales han comenzado como un destello de inspiración que gradualmente evolucionó a través de la experimentación y la retroalimentación continua. Este proceso iterativo no solo mejora las ideas iniciales, sino que también ayuda a identificar posibles obstáculos antes de que se transformen en verdaderos desafíos.
Finalmente, es esencial hacerse las siguientes preguntas: ¿Esta idea resuelve un problema real? ¿Es sostenible en el tiempo? ¿Puede generar un impacto positivo? La respuesta a estas preguntas puede ser el barómetro que determine si tu idea de proyecto tiene potencial para convertirse en un proyecto exitoso y transformador.
Concretando Ideas de un Proyecto: Del Concepto a la Realidad
La concepción de ideas de un proyecto es solo el comienzo del camino hacia la materialización de nuestros sueños y objetivos. Un proyecto no se mide solo por su originalidad o por el entusiasmo que genera, sino por su viabilidad y la capacidad de ser llevado a término con éxito. Concretar una idea implica desglosarla en etapas ejecutables, asignar recursos y tiempo, y sobre todo, definir claramente los resultados esperados.
Cuando organizamos nuestras ideas de un proyecto, debemos considerar la importancia de la planificación estratégica. Un mapa de ruta bien estructurado nos guiará a través de cada fase del proyecto, ayudando a anticipar problemas y a encontrar soluciones efectivas antes de que las dificultades se presenten. Además, una visión clara y documentada del proyecto facilitará la comunicación con los colaboradores y las partes interesadas para asegurar su compromiso y soporte.
Recordemos que para que las ideas de un proyecto florezcan, es fundamental establecer indicadores de éxito y puntos de revisión periódica. Estos mecanismos de seguimiento no solo miden el progreso, sino que también permiten realizar ajustes dinámicos conforme el proyecto avance, asegurando así una mayor adaptabilidad y mejora continua. Por ende, nuestras ideas no solo tomarán forma, sino que se adaptarán al cambio y al aprendizaje que el proceso mismo ofrece.
Es así que las ideas de un proyecto se convierten en realidades tangibles, no solo por la pasión que les inyectamos, sino por el rigor con el que las estructuramos, las gerenciamos y finalmente, las concretamos. ¡Es hora de darle vida a esas ideas!
Juande Marín
Profesor de Marketing digital, divulgador de inteligencia artificial y neuroeducación. Especializado en posicionamiento en buscadores y diseño web. Autor de varios libros relacionados con el comercio electrónico y el marketing digital (McGraw Hill, Paraninfo,…) Juande2marin